Impacto ha causado en la comunidad los violentos asaltos a conductores de vehículos de aplicación protagonizados por un niño de aproximadamente 12 años de edad, según han dicho sus víctimas, el que actuaría con extrema violencia y generalmente utilizando armas blancas.
Los asaltos se habrían producido principalmente en el sector de La Antena, donde el menor de edad actúa acompañado por otras personas adultas. No obstante, según las víctimas -quienes no han querido identificarse públicamente por temor a represalias – el niño sería el más violento y ya habría dejado en estado de gravedad, a lo menos, a dos de sus víctimas, entre ellas, una mujer.
Uno de los afectados afirmó que ya puso todos los antecedentes en manos de la policía, sin embargo, por tratarse de un niño -a quien se le debe protección por estar en una condición de vulnerabilidad – no se ha entregado información oficial al respecto.
No obstante, uno de los afectados sostuvo que él acudió a un llamado al sector de La Antena y cuando llegó al lugar subió un adulto en el asiento del conductor y en el asiento trasero el menor, el que inmediatamente lo atacó con un cuchillo provocándole una serie de cortes y heridas, obligándolo a bajar del automóvil que, al final, se llevaron.
Sobre estos hechos, vecinos del sector y las propias víctimas han utilizado las redes sociales para relatar las situaciones que han enfrentado, reiterando lo agresivo del actuar del niño.
Incluso, han subido a las redes sociales un video donde quedó grabado uno de los ataques gracias a una cámara que tenía el automóvil y en cuyas imágenes se puede apreciar la violencia del menor de edad y cómo apuñala en reiteradas ocasiones al chofer.
En esa línea, otro de los asaltados debió ser internado en el hospital San Pablo de Coquimbo, luego que una de las estocadas que recibió le perforara uno de los pulmones.
Otra víctima en tanto – cuyo caso ha sido dado a conocer por su círculo más cercano – es un profesor que, durante sus vacaciones, decidió trabajar con su vehículo, resultando víctima de este menor quien, en este caso, habría actuado acompañado por adultos, por lo que se estima que además sería parte de una banda delictual.
EN LA FISCALÍA
Una de las víctimas indicó que ya prestó declaración ante la policía, por lo que su caso habría sido derivado a la Fiscalía no pudiendo referirse a los detalles de éste.
No obstante, según pudo indagar Diario El Día, el niño ya habría sido atendido por las instituciones pertinentes por tratarse de un menor vulnerable, sin resultados positivos.
Por tratarse de un tema muy delicado, el trabajo social se habría estado realizando de manera silenciosa, aunque algunos vecinos señalan que su actuar ha ido empeorando con el tiempo, asegurando que no se han tomado las medidas indicadas para poder prestar la asistencia necesaria. Es más, temen que pueda transformarse en un caso parecido al del llamado “Cisarro”.
Hechas las consultas a la Policía de Investigaciones sobre los hechos que se han dado a conocer en plataformas de internet y por víctimas, desde la PDI no se entregó información oficial al respecto.
Por otra parte, en un punto de prensa que ofreció el miércoles la ministra de la Corte de Apelaciones, Gloria Negroni, encargada de familia e infancia, se le consultó sobre la situación de este menor de 12 años.
Si bien, no especificó hechos sobre este caso, indicó eso sí, que desde la Corte de Apelaciones no solo han trabajado con el Servicio y Protección Especializada y el intersector que implica, sino también con el Servicio de Reinserción Juvenil, “porque la idea es la prevención y trabajar con la familia a través de programas en la labor de los padres”.
El “caso Cisarro”
Las denuncias que han efectuado víctimas de este menor de edad, trajo a la memoria el caso del apodado “Cisarro”, cuyo nombre real es Cristóbal Cabrera, quien se hizo conocido en 2008 como “el Cisarro”, apodo que adquirió porque le costaba decir la palabra ‘cigarro’ cuando tenía 9 años y participó en dos violentos robos, junto a otros dos vecinos menores de edad. El primero fue en el domicilio del ciudadano japonés Masataka Wada, y el segundo, fue en la casa del economista Leonidas Montes.
Cristóbal pasó toda su infancia y adolescencia entrando y saliendo de hogares de menores y cometiendo decenas de delitos, los que fueron en aumento y que en la práctica, expuso el fracaso del SENAME. Al cumplir 18 años pudo ser procesado por primera vez como adulto, luego de participar, junto a una banda, en un robo en el que sustrajeron $30 millones en vehículos, joyas y otras especies.
