Volvió a delinquir: niño de 12 años que protagonizó violento asalto fue sorprendido robando un auto en La Serena

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Fue en febrero de este año cuando las imágenes de un niño de 12 años asaltando violentamente a un conductor de aplicación con un cuchillo en La Antena, dieron la vuelta a todo el país, lo que hizo resurgir la preocupación por la participación de menores de edad en bandas criminales.

Sin embargo, el joven protagonista de aquel violento asalto volvió a protagonizar esta semana un nuevo hecho delictual, tras lo cual, fue aprehendido por personal policial.

En concreto, esta nueva detención se generó en el contexto de un patrullaje de personal de Carabineros en la Villa Jordan realizado durante la madrugada de este martes, cuando los uniformados sorprendieron al niño y a otros dos adolescentes de 17 años intentando robar un automóvil.

“Establecimos una estrategia preventiva en terreno basada en el despliegue dinámico en distintos puntos de la comuna, y fue precisamente esa presencia nocturna la que nos permitió responder de manera rápida, oportuna y eficaz ante la comisión del delito. Como resultado, concretamos la detención de tres personas, todas menores de edad, quienes formaban parte de una banda dedicada al robo de vehículos. Dos de ellos incluso, ya fueron vinculados a otro ilícito cometido en febrero pasado, donde una persona resultó lesionada”, explicó el comisario de la Primera Comisaría de La Serena, teniente coronel José Saavedra.

Pese a la gravedad de los delitos cometidos, el sistema de justicia juvenil no permite imputar al niño por su edad.

CASOS DIFÍCIL DE ABORDAR
Según los expertos, la actual normativa presenta un vacío legal que aprovechan las bandas organizadas: usan a menores de edad para cometer delitos porque saben que no habrá consecuencias penales.

En este contexto, Jorge Tobar, general (R) de Carabineros y experto en Criminología explicó que este tipo de casos es muy complejo de enfrentar y especialmente cuando son menores de 14 años, pues no son imputables ante la ley.

“No como en EE.UU. donde en algunos estados comienzan a imputar desde los 12 años o en otros en que la calificación del discernimiento está entregada a los jueces sin especificar edades de piso. Esto complica la prevención pues permite a delincuentes adultos u organizados el reclutar niños por aquella ventaja. Y si bien, para los adolescentes entre los 14 y 18 años, la ley ofrece salidas que permiten rehabilitar la conducta, sus penas febles también constituyen una ventaja estratégica para la delincuencia, especialmente la organizada”, explica el experto.

En el caso del niño de 12 años, Tobar sostiene que la excesiva violencia de sus acciones “iría más por aquello que se conoce en la psicología criminal adolescente como ‘formación reactiva’ que se da en los grupos juveniles vulnerables”, asegurando que la vulnerabilidad social puede – aunque no siempre – constituir un factor que promueva acciones de violencia.

“La vulnerabilidad social es un entorno de vivencia difícil que comprende, no siempre, la ausencia de factores protectores de comportamientos violentos. No todas, pero algunas familias, en esos ambientes, sufren de lo que se conoce como ‘interseccionalidad’, que es cuando varios factores de riesgo (desempleo, alcoholismo, abuso sexual, malnutrición, problemas de salud mental) se intersectan en una misma familia. Esto puede desencadenar conductas violentas que se puedan imbricar con comportamientos delictivos”, afirmó el exgeneral de Carabineros.

Es por eso que, a su juicio, la política criminal debe apuntar a un equilibrio entre el castigo a quienes infringen la ley y la intervención estatal en sectores vulnerables para apoyar el crecimiento de los niños y jóvenes evitando que caigan en carreras criminales.

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