A casi seis años del brutal asesinato de María José Zambra, una nueva línea investigativa podría dar un giro inesperado al caso. Un teléfono celular, reactivado semanas después del hallazgo del cuerpo de la mujer, estaría hoy vinculado a otro macabro crimen: el de Ana María Pizarro, ocurrido el pasado mes de abril.
Según consigna t13.cl, el 19 de octubre de 2019, el cuerpo de Zambra, madre de dos niños, fue encontrado en un saco bajo el puente El Libertador en La Serena. La mujer había desaparecido 51 días antes, tras dejar a sus hijos en el colegio. Desde entonces, su familia ha esperado justicia sin avances concretos: no hay detenidos, ni culpables identificados.
Pero hoy, el caso podría dar un vuelco, según consigna la información dada por la página web de t13,cl, dado que el pasado 3 de abril, Ana María Pizarro, de 56 años, desapareció tras salir de su hogar en el sector Las Compañías. Su destino era reunirse con su empleador para cobrar un finiquito, pero nunca llegó. Días después, su cuerpo fue hallado descuartizado.
La investigación reveló un dato clave: Ana María usaba un teléfono que perteneció a María José Zambra. El aparato fue reactivado semanas después del asesinato de Zambra y usado por un hombre —de nacionalidad extranjera, entre 35 y 40 años— con quien Ana María mantenía una relación. Según registros de cámaras de seguridad, Ana María ingresó al domicilio de este hombre el día de su desaparición, y nunca salió con vida.
El sujeto, hoy prófugo, es el principal sospechoso del crimen de Ana María Pizarro. Y ahora, podría ser también la pieza que faltaba para esclarecer el asesinato de María José Zambra.
