Un balance que poco favorece, y no hace más que continuar acrecentando esta percepción sobre la actual autoridad que desde diciembre pasado, no se ha presentado con normalidad en sus funciones, haciendo uso de vacaciones, días administrativos y licencias médicas mientras traviesa su noche más oscura.
No sólo ha debido enfrentar a los múltiples cuestionamientos y críticas por parte de los integrantes del Consejo Regional de Coquimbo, sino que además se ha puesto en duda durante meses la nula relación que mantiene con funcionarias y funcionarios al interior del Gobierno Regional. Este es el actual contexto por el que atraviesa la Gobernadora Krist Naranjo, uno de los más complejos en lo que va de su gestión, y que la mantiene también expectante a lo que zanje la Corte Suprema sobre el caso que la aqueja por faltas a la probidad, debido al mal uso de vehículo fiscal.
Nerviosismo y ansiedad en ella y en su círculo íntimo, ya que en caso que el máximo organismo jurídico acoja la sanción, la actual gobernadora podría verse imposibilitada de ejercer su cargo durante tres meses, además de recibir sólo el 50% de su salario. Mientras esto se encuentra a la espera, la situación al interior del Gobierno Regional se mantiene confusa, sobre todo en la Asociación de Funcionarios que ha debido salir a defender de manera férrea a algunos trabajadores, cuyos roles y actividades sufrieron modificaciones tras la decisión de la propia autoridad elegida democráticamente.
Casos que por lo demás, fueron expuestos por medios de comunicación regional, sobre todo los relacionados con funcionarios de las unidades de Comunicaciones y Jurídicas, quienes mantienen actualmente sus causas en Contraloría Regional, quien será la encargada de decidir si acoje o no el reclamo administrativo de estos funcionarios que fueron removidos de sus funciones para asumir otras que están fuera de sus competencias.
En este sentido, y según pudo consignar Diario El Día con Beatriz Hidalgo, Secretaria de la Asociación de Funcionarios del Gobierno Regional, la funcionaria aseguró que “nosotros tratamos de tener una reunión con ella en distintas oportunidades, hemos mandado carta de manera formal y no nos ha recibido”.

Un panorama que se ha mantenido durante meses también al interior del Consejo Regional, quienes han criticado y también ejercido acciones en su rol fiscalizador en contra de la Gobernadora Naranjo por una serie de complejidades que los propios Consejeros han calificado como detrimento e impacto negativo para el desarrollo de la región de Coquimbo.
Cristián Rondanelli, por ejemplo y según comentó con el mismo medio, señaló que esta situación con los funcionarios también repercute en el trabajo óptimo que debe existir en un órgano tan importante, como lo es el Gobierno Regional. “Tenemos un antecedentes que no es menor. A la mutual de Seguridad han llegado más de 20 personas del Gobierno Regional de Coquimbo con crisis de angustia producto de aquello, del mal clima laboral que ha instalado la gobernadora y que además le ha hecho un daño enorme a la institución en sí”.
Por lo pronto, se está a la espera de lo que dictamine finalmente la Corte Suprema sobre la causa más compleja que persigue a la actual Gobernadora, además de una serie de recursos que los funcionarios perjudicados en sus labores mantienen en Contraloría Regional. Un balance que poco favorece, y no hace más que continuar acrecentando esta percepción sobre la actual autoridad que desde diciembre pasado, no se ha presentado con normalidad en sus funciones, haciendo uso de vacaciones, días administrativos y licencias médicas mientras traviesa su noche más oscura.